Cuando no tengo absolutamente nada útil ni productivo que hacer, como todo buen guatemalteco, me acurruco en la cama y enciendo la tele. Y en una especie de estado hipnótico, mis ojos miran un par de segundos la imagen que proyecta la pantalla y luego mis dedos, sin que realmente lo quiera mi cerebro, presionan el botón de cambio de canales, los expertos de estos temas dicen que todo el mundo hace esto y que no tiene nada de extraordinario, y le llaman zapping, aunque yo mas bien le llamaría “ser autómata”.
Ayer en esas estaba, es decir, en plena “zapingneadera”, cuando me puse a ver un programa del Animal Planet, que se llama los “10 más Extremos” o algo así, el tema central era la guerra de los sexos en el mundo animal, es decir, una serie ininterrumpida de datos e imágenes donde los machos y las hembras de diferentes especies animales se dan tremendas palizas románticas en nombre de la continuidad de la especie, el programa estaba bueno, especialmente ver como esos adorables animalillos llamados demonio de Tazmania se daban tremendas tundas entre chillidos y zarpazos, o como la “bellísima” rata topo o mejor dicho “ rata embutido”, con su absoluta carencia de pelos y su atractivo color rosado lombriz, mordía y orinaba a todos sus rivales (un inexplicable antojo de comer Hot Dog). De repente aparecieron unos muñequitos humanos haciendo parodia de lo que ocurre en el reino animal desde el punto de vista humano ,me dejaron petrificado, bueno, más que los muñequitos las voz ronca del tipo que narra las casacas que hacen la gracia del programa.
Un monigote con cara de hombre se paró frente a otro con cara de mujer, sobre la mujer aparece “XX” y sobre el hombre “XY”, “changos” me dije, “seguramente se están poniendo de acuerdo con el tipo de clasificación de película que quieren ver, esa si va a ser batalla de los sexos”, pero resultó que no, el cine no era el motivo del programa. La voz del tipo dijo que esas letras que estaban encima de los monigotes eran los cromosomas (bolsitas microscopias que contienen todos los genes), y que la mujer posee dos cromosomas llamados X, y que el hombre uno X y otro llamado Y (que no es más que un cromosoma X pero en pequeñito, que conforme pasan los generaciones genéticamente se va reduciendo), por lo que los científicos especulan que de continuar reduciéndose el mentado cromosoma Y, en 125 mil años, el hombre sólo tendría un solo cromosoma el cual sería X, y como consecuencia, la existencia masculina en la especie humana desaparecería tal y como la conocemos, sobreviviendo únicamente la mujer, por lo que la humana llegaría a tal grado de evolución que se clonaría a sí misma, tal y como ocurre con un lagarto que vive en los Estados Unidos de América. Según este programa los hombres sólo seremos un recuerdo prehistórico, un vestigio peludo de la evolución “Humana” de aspecto tan feo y rudo como el de un gorila entelerido. El Animal Planet no miente.
Si amigos, tal y como lo oyeron (mejor dicho leyeron), según esta teoría genético-evolutiva, en algún momento nosotros los hombres dejaremos de existir, y las mujeres serán las dueñas y reinas del universo, tal y como si la leyenda de las Amazonas hubiese sido una profecía más que un cuento para dejar bocas abiertas, castigo divino dirán algunas, la naturaleza no se equivocan, dirán otras.
Dejando a un lado el machismo, no puedo imaginarme como sería el mundo sin nosotros los hombres, por que, dónde quedaría el football, los anuncios de cerveza, los videojuegos, Playboy, la cursilería, la industria del entretenimiento barato y vulgar, no quiero ni pensarlo. Quién chulearía las minifaldas, quien invitaría a comer o abriría una puerta cortésmente, etc.. Imaginarme un mundo totalmente femenino se me hace como algo así como si todas las Barbies tomaran las armas e invadieran el cuartel general de los J.I. Joe, pero en vez meterle plomo a los soldaditos les metieran una flor en…. la oreja para luego dejarlos muertos, cruel forma de morir.
Un mundo totalmente femenino puede que sea más pacífico, justo y limpio, pero también, mucho más aburrido, porque quieran o no las mujeres nos necesitan por nuestra: estupidez, voyeurismo, incapacidad de expresarnos, sentido del humor, piropos tipo albañil, pero sobre todo, porque por más autosuficientes que sean (con el debido respeto a las discípulas de Safo), nunca podrán encontrar un sustituto a la sensación que sienten en su corazón cuando despiertan entre los brazos (flacos o gordos o musculosos o aguados, peludos o lampiños, negros o blancos o amarillos o trigueños) del hombre que aman, ya me he puesto sentimental y eso que no he leído a Corín Tellado, o mejor dicho a Cuentín Trillado. Sólo por ese simple hecho (del abrazo), si estamos destinados a desaparecer, estoy seguro que la naturaleza nos dejará dentro del mapamundi de bestias de la tierra, y en vez de seguir encogiendo más al infame cromosoma Y tal vez encoja otras cosillas en el hombre (seguramente seremos más chaparros que las mujeres, o será que otra cosa encogerá …..¡¡¡ Nooooo, Maldita ley de la compensación!!!)
Sea lo que sea la ciencia (ficción o no) es sólo una forma de especular, porque a este paso quien quita que antes de que se compruebe la desaparición masculina, la misma humanidad se mande así misma por un tubo.
(Si tienen otra razón para que no desaparezcamos los hombres, compártanla).
(http:/wapy.ws)